Τρίτη 18 Οκτωβρίου 2011

SECOND MEETING OF THE INTERNATIONAL NETWORK OF PHOTO CENTRES



Mexico, 6 September 2011.

Present:
- Instituto Moreira Salles-Área de Fotografía, Brasil
- FotoMuseo. Museo Nacional de la Fotografía, Colombia
- Fototeca de Cuba, Cuba
- Central European House of Photography, Eslovaquia
- Centro Andaluz de la Fotografía, España.
- Photography Centre of Thessaloniki, Grecia
- The Open Museum of Photography, Israel
- Arab Image Foundation, Líbano
- Centro de la Imagen, México
- Centro de la Imagen, Perú
- Moscow House of Photography, Rusia
- Bensusan Museum of Photography, Sudáfrica
- Alasdair Foster, Cultural development consultant


It was agreed that...
...The next meeting of the network will be in Lima, Peru, courtesy of Centro de la Imagen de Lima 17-25 March 2014 as a parallel activity of the PhotoLima Biennale.



PEDRO MEYER, Fotografo
(Centro Cultural Universitario Tlatelolco 7/9/2011)

Me ha tocado el honor de dirigirles unas cuantas palabras en el marco de este encuentro de centros de fotografía. Y por supuesto lo primero es lo primero, que es darles la más cordial bienvenida a México, a los que nos visitan desde allende de nuestras fronteras, y a todos los de casa, les envío un abrazo fraterno.

El termino de "encuentro", ya de por sí revela una cordialidad en su mismo enunciado, es el encuentro de ideas, amistades, experiencias, y todo aquello que nos une en nuestra búsqueda por aprender unos de los otros.

En lo personal nunca me ha dado por acudir a la nostalgia como una salida para atender las emociones que surgen con el correr de los años. No por ello caigo en la amnesia con respecto al pasado. Me parece que mirar para atrás es también una forma de medir lo que se ha recorrido, en términos de logros, a los que estamos dedicados a esto que hemos denominado fotografía.

Creo que podemos decir sin despertar demasiadas inquietudes, que la fotografía de hoy en poco se parece a la fotografía, digamos del siglo XX.

Para quienes coincidieron en sus estudios universitarios con el advenimiento de la era digital, resultó que la matricula para cursar estudios de fotografía, se mudó de nombre en ese mismo trayecto, de tal suerte que al graduarse en Estados Unidos, por ejemplo, el título universitario ya no era sólo de fotografía como originalmente era llamado, sino que adoptó el nuevo término de imagenología y fotografía.

Creo que es para todos aquí conocido, que participamos activamente en la creación de lo que sería uno de los primeros centros de fotografía aquí en México, en los años setenta, y que denominamos el Consejo Mexicano de Fotografía, y por supuesto también recordamos que previo a eso, existía el Club Fotográfico de México, como un centro que también estaba dedicado a la fotografía.

Recuerdo cómo los Clubs de Fotografía eran muy importantes en los diferentes países y que había un cierto intercambio artístico entre unos y otros. Lo menciono, porque en no pocas ocasiones, se nos da por olvidar este antecedente gremial, mismo que ha fungido como punto de partida para muchas actividades fotográficas que luego encontrarían nuevas formas de expresión en los diversos Centros de Fotografía que aquí se reúnen. Pienso que tenemos una deuda por reconocer las aportaciones a los Centros de Fotografía, de parte de los Clubs Fotográficos en todas partes del mundo, ese tema no creo que haya sido atendido con suficiencia.

Cuando hoy nos referimos a CENTROS de FOTOGRAFIA, tal ves ni siquiera estamos hablando de lo mismo. Falta definir entre nosotros qué entendemos por un Centro, y qué es lo que entendemos por esa Fotografía a la que dedican.

Pero en lo que si coinciden todos los Centros de Fotografía aquí reunidos, es en el tema del patrocinio económico, sin éste nadie puede operar, a pesar de que su origen es de la más diversa índole.

En unos casos los recursos vienen del Estado Federal, en otros son aportados por entidades estatales o municipales, en otros casos son donaciones de la iniciativa privada, o de las aportaciones de los socios o agremiados, en otros más, son la combinación híbrida de diversos patrocinadores. En algunos casos están vinculados a Centros de Educación Superior y finalmente también contamos con diversas Fundaciones, como un fenómeno ya mas reciente.

Esa pluralidad de fuentes de patrocinio, a su vez también determinan en muchos casos las políticas de cómo operan nuestros Centros de Fotografía. Lo que le funciona bien a uno, no necesariamente le va a venir bien a los otros. En otras palabras, al margen de cualquier discusión sobre la fotografía misma, hay que entender que la fuente de sustento económico de los Centros de Fotografía es de entrada, un punto de partida bien distinto entre unos y otros.

Comienzo por este tema porque el hablar de los recursos económicos, en el contexto de un encuentro cultural como es éste, no siempre es un asunto tan bien recibido, sobre todo en el ámbito de nuestras culturas latinoamericanas, en donde hablar de dinero, de costos, y de todo aquello que sostiene el andamio operativo de las instituciones en las que colaboramos, no es visto con demasiados buenos ojos.

Pero hablemos de las cosas como son, si no, corremos el riesgo de perder el tiempo en un despliegue de buenas intenciones que sólo se las va a llevar el viento.

Los Centros de Fotografía tendrán políticas distintas, servirán a intereses distintos, buscarán objetivos artísticos diversos, pero lo que ninguno puede soslayar o pasar por alto, es que sin los recursos económicos necesarios, no van a poder cumplir con sus compromisos ante la sociedad. Así que elegancias a un lado, hablemos de dinero y lo que le rodea.

Cabe entonces la pregunta, en estos tiempos de crisis financieras a nivel global, de qué manera se puede defender que se mantenga o aumente la inversión en los espacios dedicados a la fotografía, en cualquiera de sus distintas modalidades de financiamiento ya antes señaladas.

Sabemos, porque ya ha ocurrido no sólo en Mexico sino en muchos otros países, que la inversión en el rubro de la cultura es la que parece ser la mas prescindible dentro de los presupuestos de gastos públicos e inclusive privados.

Somos un eslabón por demás débil y vulnerable en el discurso publico. Eso no podemos ni debemos olvidarlo.
He sido testigo a lo largo de las décadas, de ver cómo los espacios para la fotografía han sido tan vulnerables a los vaivenes económicos.

Pero los argumentos también se pueden montar a nuestro favor si sabemos cabildear de manera apropiada, pero para eso hay que entenderlo y hacerlo, no se puede considerar que va a ocurrir por sí solo. Y entre más unidos estemos como Centros de Fotografía, más nos podremos ayudar a la hora de ejercer las presiones gremiales que se requieren.

Me consta porque lo viví con la Universidad de California en su campus de Riverside, misma que estaba a punto de cerrar el Museo para la Fotografía que a su vez dependía del presupuesto de la Universidad que había sufrido ajustes presupuestales importantes. Sólo por la presión de multitud de instituciones dedicadas a la fotografía y de individuos interesados en la sobrevivencia de dicho museo, pudimos en una campaña dedicada en apoyarlos, lograr que no se cerrara. Así que les aseguro que solidaridad gremial en estos tiempos es fundamental.

Es mas fácil que un artista entienda de política, que un político entienda de arte.

Por eso aquí me dirijo a la comunidad artística sabiendo que pueden acomodar sus ideas y pensamientos para que los políticos entiendan mejor nuestras propuestas.

Mis ideas al respecto son bien sencillas, la primera es que no nos veamos como víctimas de las situaciones económicas que nos rodean, no porque no existan, sino porque el discurso lo debemos llevar nosotros a otro terreno, sin demagogia y sin distracciones.

Los Centros de Fotografía deberán verse a sí mismos como centros educativos que le abren a la sociedad alternativas docentes con miras al siglo XXI. Ese es el meollo del asunto que nos puede proteger de un entorno presupuestal adverso.

En un mundo que cada día está más orientado a la imagen fotográfica, es imposible separar nuestra consciencia y presencia de las futuras generaciones sin una buena educación en el ámbito de la fotografía.

Por supuesto entendemos a la fotografía como la nueva fotografía, aquella que también es imagen en movimiento, que también es capaz de circular planetariamente en redes sociales, editoriales y de información. Aquella que sabe de contar historias como no se había hecho hasta ahora.

La imagen en los archivos, la histórica, la fotografía que antes sólo eran archivos muertos y que ahora se vuelven archivos vivos, con acceso por medio de las redes mundiales del internet, también forman parte de este nuevo discurso.

Una sociedad del siglo XXI necesita de agricultores o pilotos porque también tenemos que comer o volar, por sólo mencionar unos ejemplos. Pero igual se requiere de personas capacitadas para usar la imagen, para todo aquello que el mundo moderno requiere para operar y funcionar con éxito. Y entendemos a la imagen en su percepción más amplia no sólo de producción sino también de circulación.

La educación de un pueblo no es algo prescindible, al contrario, es la única salida real que se tiene para el crecimiento y desarrollo económico de una nación.

Esta comprobado por diversos organismos internacionales, que hay una relación estrecha entre el monto de la inversión en educación y los niveles de crecimiento y desarrollo económico de un pueblo.

Nos toca como Centros de Fotografía insertar, cada uno desde su propia esfera de actividades y cada uno con respecto a sus particulares fuentes de financiamiento, como lo que podemos ser y es servir como centros educativos que habrán de contribuir a que las generaciones futuras encuentren la oportunidad que requiere un mundo cada día mas competitivo del Siglo XXI.

El mundo es hoy mas complejo de lo que era antes.

Consideren que en 1980. No existian las computadoras personales. El Internet y las conexiones de banda ancha estaban a una década de ser puestas en servicio. Para hacer las fotos se usaba la película, se mandaba a revelar en una tienda de fotografia y se le enviaban copias por correo ordinario, a los parientes que así lo quisieran.

Mas o menos 4,4 billones de seres humanos sobre la tierra eran tan pobres que estaban totalmente marginados del resto de la humanidad, o vivian bajo regímenes tan represores que no tenían contacto alguno con el mundo a su exterior. Solo había una sola empresa de telefonía en los Estados Unidos, y la misma era altamente regulada por el gobierno y protegida de cualquier competencia.

Los que hoy tienen que tomar decisiones deben efrentarse a entornos que hace apenas 30 años existian totalmente aislados unos de otros, mientras que hoy se topan unos contra otros, muchas veces con resultados inesperados. Todo eso, debido a los cambios tecnologicos y sociológicos que ocurrieron después de los años ochenta.

- la digitalización de cantidades masivas de información.

- sistemas inteligentes que se comunican de manera inter-dependiente.

- el costo de computación cada día mas económico.

- una incremento para comunicarse cada día con contenidos ricos a la distancia, de manera muy sencilla.

- un aumento en el ingreso disponible para un numero mas grande de personas a nivel mundial, mismos que entonces ya participan en la economía formal.

- las normatividad industrial y los modelos económicos son reinventados a diario.

Por solo mencionar un ejemplo, antes era posible que las organizaciones controlaran la información que pudiera escapar de sus cuatro muros. Hoy los clientes se pueden comunicar unos con otros en los sitios de social media, los empleados pueden decirle al mundo entero lo que es trabajar para alguien. Y las empresas se estan viendo calificadas constantemente por sus usuarios. Administrar por lo tanto tu reputacion, se ha vuelto inmensamente mas complejo que antes.

La consecuencia de la introduccion del iPhone y del iPad, no solo son se ven en terminos competitivos. Al crear interdependencias ahi donde nunca existio antes ( por ejemplo el uso de mapas y de comunicaciones) estos instrumentos ha redefinido supuestos sobre la manera en que funcionan una diversidad de categorías, desde las empresariales, hasta las del entretenimiento y las comunicaciones.

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Mis padres veían a la fotografía como una actividad irrelevante, económicamente inútil y culturalmente marginal, en no pocas mentes ese sentir aún prevalece. Por eso aún somos socialmente prescindibles para muchos que hoy toman decisiones. No porque tengan razones de peso, sino porque no han actualizado sus criterios.

Nos toca cambiar ese contrato social, nos toca plantear que en realidad somos la vanguardia en muchos de los cambios económicos y conceptuales para este siglo XXI.

Las generaciones de Facebook, y Tweeter, son las generaciones de la fotografía, el video, la computadora y el celular. Los cambios se aceleran a pasos agigantados y no tenemos el lujo de perder un minuto más con visiones decimonónicas del arte y los oficios en torno a la fotografía.

Desde la Fundación que yo dirijo, ese ha sido nuestro credo, para eso existimos, para aportar y apostar a las nuevas generaciones. Somos apenas un granito mas, en lo que esperamos sea una avalancha de iniciativas de espacios dedicados a la educación de las artes fotográficas, en todas las latitudes. La educación en la fotografía abarca desde el aprendizaje de las nuevas tecnologías, las oportunidades que todas ellas generan, hasta crear y ampliar los conocimientos en torno a la imagen, habida cuenta que ya contamos con muchos pensadores en la materia.

También habremos de tomar la iniciativa para otorgarle reconocimiento justo y merecido a todos aquellos que forman la infraestructura en la que descansa la fotografía.
En 12 categorías, la Fundación Pedro Meyer dará premios bianuales, para incrementar la toma de conciencia de esa parte de la vanguardia de la fotografía que hasta ahora ha permanecido invisible para la sociedad. Hablo de historiadores, curadores, editores, conservadores, museógrafos, críticos, docentes, investigación y desarrollo, empresarios que apoyan la fotografía y servidores públicos que igualmente lo hicieran.



De un estado marginal en el que se encontraba la fotografía durante los primeros 170 años de su existencia, hemos brincado ahora a la era en donde le toca al sector fotográfico servir en su papel protagónico, con respecto a los cambios sociales que estamos viviendo en la era digital.

Consideren por favor todas las transformaciones que ha sufrido la fotografía en las ultimas dos décadas con el cierre de laboratorios, quiebras de la mayoría de las empresas de productos fotográficos, cierres de agencias de fotografía, cierres de revistas y periódicos, despidos de fotógrafos, etc. Todos estos cambios sísmicos en el mundo de la fotografía se suman a los cambios tecnológicos en la forma de generar imágenes. Y después de esta implacable carnicería en donde no ha quedado títere con cabeza, tenemos que hoy, a pesar de todo eso, se hacen más fotografías en un mes que en los 170 años previos. O sea, la fotografía como actividad es más dinámica que nunca antes en toda su historia.

Y por esas mismas razones, hoy la fotografía ha quedado en la vanguardia de la sociedad y es a esa nueva realidad a la que hay que acostumbrarnos, y para la cual hay que planear consecuentemente. Sin pensarlo mucho, ha sido la sociedad misma la que ha tomado la delantera y nos muestra el camino que podemos recorrer.

Por ello digo, la educación es la puerta que se nos abre al siglo XXI, y esa será nuestra aportación para el bienestar de nuestros respectivos pueblos.

Muchas Gracias.
Pedro Meyer

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